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Bases del Ecofeminismo

En Colombia existen muchas mujeres que luchan por sus territorios desde una filosofía ecofeminista, pero no hemos desarrollado textos que lo aborden desde lo filosófico y académico y desde nuestra realidad territorial.

El término Eco-feminismo, si bien fue acuñado en 1974 por Françoise d'Eaubonne, tiene antecedentes muy anteriores a esa fecha. En 1.865 Eunice Newton Foote, una activista norteamericana por el sufragio y los derechos de las mujeres, era también una notable científica y realizó un importante estudio sobre el efecto invernadero en una época marcada por una alta industrialización basada en carbón-vapor y petróleo.

Su trabajo permitió sentar las bases para la comprensión del fenómeno del calentamiento global. Si bien su estudio fue publicado años antes de la aparición de un texto sobre el mismo tema efectuada por John Tyndall, fue a éste último a quien se le dio reconocimiento, por el sesgo de género que aún persiste.

¿Qué es el eco-feminismo?

Tratar de resumir aquí todas las características de los diferentes movimientos eco-feministas resulta imposible. Podemos hacer unas precisiones importantes y una aproximación a una definición que recoge el espíritu profundo de este movimiento. Sin embargo, dejo un enlace donde se encuentra una definición más clásica y con referencias a algunas autoras que abordan el tema desde lo académico Ecofeminismo: qué es, ejemplos y autoras - Resumen.

El eco-feminismo entiende que el modelo económico capitalista responde a una forma homocentrista, individualista y patriarcal de abordar el mundo, además de pretender un desarrollo infinito en un mundo finito. Toda una ironía y un imposible matemático.

En esa concepción pasan varias cosas: El ser humano se ve a sí mismo como algo separado de la naturaleza que lo rodea; el hombre debe domesticar su entorno para su provecho: Mujeres y Naturaleza por igual, se convierten en sujetos a dominar, que deben adaptarse y servir a los fines de los hombres en cuyas manos está el manejo de lo económico. La naturaleza se vuelve un almacén de materias primas sin otra consideración que su utilidad para la acumulación de capital. Las mujeres son instrumentalizadas en ese engranaje como mano de obra gratuita en el caso del cuidado de los hijos y el hogar, y como mano de obra barata en la cadena de producción de bienes o servicios. Y, para rematar, esa visión desconoce la vulnerabilidad de todos los seres humanos, la necesidad de cuidado que todos y todas tenemos: se crea la falsa idea del hombre-isla, que no necesita a nadie, la famosa independencia (que es distinto a autonomía) que perseguimos en esta sociedad.

Frente a esto, el Eco-feminismo busca poner la vida en el centro, que el cuidado de todos los seres vivos, el agua y la tierra sean el norte de las sociedades para poder sobrevivir dignamente como especie. Reconocer que el modelo económico debe cambiar para que haya una verdadera igualdad no solo entre humanos sino con el medio ambiente; Vandana Shiva le llama la Democracia de la Tierra.

En Colombia existen muchas mujeres que luchan por sus territorios desde una filosofía ecofeminista, pero no hemos desarrollado textos que lo aborden desde lo filosófico y académico y desde nuestra realidad territorial. He ahí un vacío que debemos empezar a llenar.